Dreamland

Espacio donde gracias a la todapoderosa web me da la oportunidad y posibilidad de compartir con todos aquellos que lleguen a caer en este blog por azares del destino, escritos, fotos, videos y algunas otras cosas que he realizado sólo o en conjunto con otros cuates. Espero que les guste. Saludos

Hasta que la vida nos separe...

Hasta que la vida nos separe...
Todos los días son día de muertos

20 de noviembre de 2012

El mejor lugar del mundo, el advenimiento de la responsabilidad.




El penúltimo film de Sam Medes, antes de aventurarse a dirigir una entrega más del espía más famoso del mundo (James Bond o también conocido como 007), es la película que podría decir tiene el corte más “indie”, lejos de los grandes estudios y presupuestos, con actores de un perfil más bajo de los que venía acostumbrando utilizar (recordemos a Kevin Spacey y Annette Bening para “Belleza Americana” -1999-, Tom Hanks, Jude Law y el legendario Paul Newman en “Camino a la perdición” -2002-, o a Leonardo Di Caprio y Kate Winslet en “Sólo un sueño” -2008-), y con un género en el que tampoco había decidido participar como es la comedia, aún cuando el último segmento del film lo podríamos situar más en el drama la película en su mayor parte la podemos situar dentro del género de la carcajadas, mismas que salen con gratificante naturalidad derivado de un guión (escrito por Dave Eggers y Vendela Vida) plagado de momentos chuscos y diálogos graciosos. La historia, que lleva por título “Away w go”  (2009), traducido de forma por demás espantosa en México como “El mejor lugar del mundo”, gira en torno a la pareja conformada por Burt y Verona (interpretados por John Krasinski y Maya Rudolph), y los eventos que se dan durante el sexto mes de embarazo de la mujer que inician con una duda existencial y que, durante el inicio del film, pareciera ser un momento más motivado por el desorden hormonal de Verona que por dudas en torno a su relación con Burt,, en todo momento nos queda claro el inmenso amor que este siente por ella; ese lapso de duda viene acompañado de una visita a la casa de los padres de Burt , Gloria y Jerry (interpretados por Catherine O´Hara y Jeff Daniels) quienes sorprenden a la pareja con el anuncio de su inminente partida de Estados Unidos a Bélgica y la imposibilidad inmediata de estar cuando el bebé nazca, esta noticia cae como un balde de agua fría para los protagonistas del film quienes regresan a casa confundidos, esto los lleva a preguntarse el futuro que desean para su hijo y deciden emprender un viaje que los llevara a recorrer varias ciudades de los Estados Unidos en las que tienen amigos o familiares, siendo de estas la primera en ser visitada la compuesta por la pareja formada por la cínica y desinhibida Lilly (interpreta de forma hilarante por Allison Janney) quien junto con su indiferente y catastrófico esposo Lowell (llevado a la pantalla por Jim Gaffigan) intentan demostrar lo desquiciado que alguien se puede volver después de tener niños, las constantes groserías  de Lilly para con sus dos hijos Ashley y Taylor y la nula atención que Lowell tiene dan muestra de ello; el primer destino queda librado de buena manera y esto nos anticipa lo que vendrá en lo sucesivo, un viaje que más que llevarnos a lugares nos lleva a conocer personalidades, familias y formas de vida, acompañadas de sus respectivas carencias y desatinos que vienen a endurecer las preguntas que surgen conforme los protagonistas se sumergen en el interior de los Estados Unidos, desde una familia de hippies como la de LN y Roderick (interpretados por Maggie Gyllenhal y Josh Hamilton) que creen que es malo tener una carretilla de bebé en base a su fundamentalismo hippie, a conocer a una familia plagada de niños pero con el inconveniente de que la mujer no puede concebir siendo todos ellos adoptados (momento que a su vez sirve para traer consigo el aire dramático al que me refería al inicio de esta reseña), hasta la visita familiar de emergencia ya que, durante su viaje, Burt habla con su hermano a quien su esposa dejo con todo e hija, por lo que  junto con Verona, tienen que ir de urgencia a las paradisiacas playas de Miami a consolar al pobre Tom (interpretado por Chris Messina), momento que es decisivo en esta “road movie”, ya que a raíz de esta visita  Verona decide regresar a un lugar muy especial para ella, sin embargo parece quedarse corto ante las diversas situaciones que vivieron los personajes y que debieron haber redituado en un debate moral mucho más intenso en ambos.
En el aspecto técnico la película se desenvuelve bien, la fotografía de Ellen Kuras (quien también trabajó bajo las ordenes de Michel Gondry en las películas “Eterno resplandor de una mente sin recuerdos” -2004- y “Rebobine por favor” -2008-) retrata bien los paisajes norteamericanos durante el recorrido de los personajes, sin embargo, también hay que mencionar que no es algo en lo que la cinta destaque y es que, después de deleitarnos la pupila con joyas como “Camino a la perdición” y “Solo un sueño”, esta cinta nos deja un tufo a falta de recursos, que si bien no la hace mala, tampoco la sitúa dentro de las mejores películas de la corta filmografía de Mendes; lo más rescatable del film considero que es la música, las canciones interpretadas por el inglés Alexi Murdoch logran cautivar al espectador con ese sonido sureño que parece hacer merma en nuestro estado de animo, llevándonos a sentir el pesar de Burt y Verona en los momentos más deprimentes del film, a estas composiciones se suman las de artistas como George Harrison, Bob Dylan y The Velvet Underground, teniendo con esto una banda sonora que complementa muy bien las intenciones narratológicas de Mendes; en este eco de méritos la productora Pippa Harris también tiene su galardón gracias a la aportación ecológica que tuvo con este film, todo gracias a un diseño de producción “verde”, basado en un sentido ecológico y de reciclaje para todos los aspectos que conllevan a la grabación de un film (unidades equipadas con combustibles amistosos con el ambiente” como el bio diesel o los vehículos hibridos, el desuso de las botellas plásticas de agua, el reciclaje de tramoyas y entramados, entre otros).
“Away we go” es una película que cumple de forma satisfactoria la primera misión que tiene cualquier cinta, entretener, ya es cuestión de cada quien lo profundo que quiera llegar con el análisis y la crítica hacia esta, en lo personal creo que la película deja que desear, más cuando sabemos la calidad del trabajo del realizador, los personajes cumplen con su papel pero se quedan cortos para los alcances dramáticos que pudieron tener, aún reconociendo el factor cómico bien desarrollado, la película termina siendo un drama, cuestión que queda desaprovechada en el film y que sólo se hace presente ante las revelaciones de los personajes secundarios y la excelsa música de Alexi Murdoch; podría partir de una premisa monetaria para justificar o desprestigiar el trabajo del director, en lo personal creo que el dinero no hace mejores historias, ejemplos como la película “Blue Valentine (Derek Cianfrance, 2010) protagonizada por Michelle Williams y Ryan Gossling nos dan muestra de ello, tal vez Mendes tomó este proyecto como una sencilla antesala a lo que sería su siguiente film, tal vez esos viejos y nostálgicos aires británicos resoplaban muy cerca del aclamado director londinense, tal vez esos antiguos rumores del MI5 susurraban en su oído, tal vez un famoso espía inglés lograba quitarle el sueño, tal vez tenía los ojos puestos en un cielo que comenzaba a caer.






15 de noviembre de 2012

Los tropezones de la fe



"Una vez madre del mundo pagano, ahora sede profana de la iglesia, tiene como su base más firme: El Vaticano"
Sobre Roma en "La edad de oro"
De Luis Buñuel y Salvador Dalí

8 de noviembre de 2012

La re interpretación gráfica.















Escrita en 1997 por John Wagner, a quien también se le conoce por ser el creador del Juez Dredd, personaje que a su vez fuera llevada al cine por Danny Cannon y encarnado por Sylvester Stallone, cómic en el que conoció al dibujante Vince Locke con quien haría la novela que nos ocupa, Locke es famoso también por ser el encargado del arte en los discos de la banda de Death Metall norteamericana Cannibal Corpse, así como por dibujar el serial de zombies Deadworld; esta narrativa gráfica daría pie a crear una obra cinematográfica, siendo David Cronenberg el encargado de trasladar esta historia al celuloide en el año 2005, aún a pesar de ser un director que, hasta ese momento, se había caracterizado más por tener películas que parecían alejadas al género gangsteril. La novela gráfica y su re interpretación fílmica difieren mucho una de otra, podría decir que la primera parte de la película (hasta que Tom tiene el encuentro con los matones afuera de su casa, momento que retomaré más adelante), es la que se mantiene más apegada a la idea original del cómic, aun cuando hay divergencias que, si bien no afectan la historia, si varían de uno a otro medio y que iré mencionando conforme avance en esta comparativa; el inicio de ambos formatos difiere uno de otro pero en los dos casos sirve para lo mismo, presentar unos matones sin escrúpulos que deambulan por el mundo dándole rienda suelta a sus impulsos criminales, tanto en papel como en película el resultado es satisfactorio, siendo el del cómic mucho más efímero y brutal ya que nos hace participes del asesinato (dos tipos disparando desde una camioneta a una pareja que pide aventón a orilla de carretera); por su parte, en la película ya vemos consumado el acto, aunque tiene un cierre más devastador (el hombre encañonando a una niña y disparándole, sonido que parece despertar a la pequeña Sarah -hija de Tom- de una pesadilla, como un presagio de lo que sucederá en el film). Estas brutales aperturas nos dan aviso de lo que esta por desatarse en un pequeño y apacible poblado norteamericano, donde todo el pueblo se conoce entre sí y son muy celosos de los visitantes foráneos; a este lugar llegan la pareja de animalados criminales en busca de sus siguientes víctimas que piensan conseguir en el merendero de la familia McKennan/Stahl (la diferencia de apellidos es porque cambian de un formato a otro, en la novela gráfica se utiliza el primero, los miembros de ambas familias son Tom –interpretado en la película por Vigo Mortensen-, Edie –interpretada en la película por Maria Bello-, la pequeña Sarah –interpretada por Heidi Hayes-, el único personaje de la familia que cambia de nombre es el hijo, siendo en la novela original Buzz y en la película Jack –interpretado por Ashton Holnes-); la entrada en escena de los matones es similar en ambos medios, las secuencias son bastantes parecidas, el brutal golpe con la cafetera que Tom le da a uno de los criminales esta fielmente recreado en la película, la mayor diferencia es que en la novela su esposa se encuentra saliendo del local al momento que los asesinos entran al mismo; posterior a este evento, Tom es asediado por los medios de comunicación que se refieren a él como el nuevo héroe norteamericano, lamentablemente la fama viene acompañada de malas de noticias, un grupo de mafiosos hace escala en el pueblo tras conocer la fabulosa historia del afamado protector, al parecer algo conocen del protagonista. El encuentro entre Tom y los mafiosos de la costa este, se lleva a cabo en la misma cafetería que había servido de marco para el violento evento inicial, en esta ocasión las diferencias vuelven a surgir, comenzando aquí a definir el camino que cada medio seguirá en lo sucesivo, en la historia original el grupo de matones liderado por John Torrino (en la película este mismo personaje tiene por nombre Carl Fogarty y es interpretado por Ed Harris), quien se hace acompañar en todo momento por la dupla formada por Anthony Palestrina y Charles Aldo Rossi (en la película Charles Roarke y Frank Mulligan), los tres originarios de Nueva York (en la película de Pesnilvania, ciudades que en ambos medios juegan un papel relevante), el trío irrumpe en la cafetería en la que Tom se encuentra trabajando, la charla que se da entre dueño y visitantes va de menos a más, la revelación de que al parecer los matones ya conocen a Tom de un pasado violento parece no hacer eco en los oídos sordos y confiados de los comensales y la esposa del protagonista, quienes en todo momento defienden la integridad, honorabilidad y respeto que tiene el protagonista en el pueblo; la gran diferencia radica en que en la novela gráfica, John Torrino (Ed Harris en el film), después de ser advertido por uno de sus secuaces de la falta del dedo meñique de Tom, saca un pequeño frasco que cuelga de su cuello que contiene uno que parece ser el de Tom, a quien los matones se refieren como Joey, nombre que a su vez utilizan los mismos personajes del film con el protagonista del mismo; existen otras diferencias menores como sucede con la dupla que acompaña a Torrino/Fogerty a quienes siento más explotados en la historieta, dándoles una personalidad más violenta, en la cinta tienen un papel muy secundario, probablemente para no abrumar con tantos personajes y centrar el peso de la historia, y su consecutivo desenlace, en un sorpresivo encuentro final. Tanto en la historia original como en la película estos desalmados personajes siguen teniendo encuentros con Tom y Edie, desde vigilar las afueras de su casa y cafetería hasta un furtivo encuentro que la esposa e hija de Tom tienen con ellos en un centro comercial, para cerrar con una reunión definitiva que cambia el destino de ambas historias, original y adaptación; en ambos casos el dramático evento se lleva a cabo en el exterior de la casa de Tom, el violento trío lleva consigo al hijo del protagonista al cual amenazan con matar en caso de que Tom no revele su verdadera identidad, que confiese a su familia su terrible pasado para que sepan que nadie se escapa de este, que tarde o temprano todos los pecados cometidos se tienen que pagar; es en este punto donde las diferencias principales comienzan a surgir, mientras en la novela gráfica la venganza de Torrino es más personal, en el cine esta también lleva una fuerte carga familiar, al enterarnos que el hermano de Tom, de nombre Ritchie Cusack (interpretado por William Hurt) y quien al parecer es un temible jefe de la mafia de Pensilvania, esta buscando afanosamente tener un encuentro con su desaparecido hermano; el desenlace de la escena también difiere, en la novela gráfica Tom dispara a un tanque de gas propano lo que provoca una explosión que mata a los dos matones y deja vivo a Torrino, personaje que, aún convaleciente esta a punto de matar a Tom pero es violentamente detenido por un escopetazo en la espalda que dispara Edie (aunque esto no lo mata tampoco); en la película esta misma escena transcurre con la misma carga violenta, salvo que aquí todo es por agilidad animal del protagonista quien, tras ser desarmado, recurre a una serie de rápidos y cronometrados movimientos logra desarmar y matar con un tremendo golpe en la nariz a uno de los matones, seguido de llenar de plomo con violencia desmedida al otro de ellos pero caer abatido por un proyectil de la pistola del líder matón llevado al cine por Harris, aunque al final es su hijo Jack quien termina matando al mafioso con un escopetazo.
De aquí en adelante las historias cambian por completo, en la historia original estos eventos traen como consecuencia inmediata que Tom confiese su tremendo pasado, y es a raíz de este relato que la película toma distancia de la novela gráfica, este cambio de dirección también da origen a iniciar el capítulo dos que lleva por título “The Brooklyn murders” (el primero de ellos es “A small town killing”), que se remonta a la niñez de Joey (nombre original de Tom tanto en la historieta como en el film) en un barrio de Brooklyn en Nueva York, donde jugaba beisbol con su amigo Ritchie Benedetto, cuyo hermano Steve, trabajaba con la mafia liderada por el obeso Lou Manci y su guardaespaldas principal, John Torrino, quien a la postre mata a Steve por quererse pasar de listo. Derivado de este suceso, Ritchie planea vengar a su hermano con la ayuda de Joey quien para este punto se dedicaba a hacer robos menores con él, la ejecución se lleva a cabo aún ante la negativa de Joey, pero la repentina operación a la que tiene que ser sujeta su abuela, con quien vive, lo llevan a cometer el delito para obtener recursos; el sangriento acto se lleva a cabo en un restaurante a donde acude Manci y Torrino cada cierto tiempo a comer y contar sus jugosos dividendos, los jóvenes, disfrazados con uniformes de boy scouts llegan desapercibidos enfrente del local para desatar una balacera que termina en una verdadera masacre, dando muerte al líder de la mafia e hiriendo de gravedad a Torrino, cosa que da al traste con su plan pues este era aniquilar a ambos criminales. Tras cometer el terrible acto, tanto Ritchie como Joey toman diferentes caminos, el primero con el dinero robado comienza a vivir una vida desenfadada y precoz, el otro prefiere mantener un bajo perfil, y es el derroche del primero lo que lo lleva a tener un atroz encuentro con un Torrino ya recuperado de las heridas y esperándolo con un hacha como muestra de bienvenida, lamentablemente para el protagonista de la historia no toda la "diversión" sería "disfrutada"por su amigo, John le da su respectiva carga de adrenalina al perseguirle por un oscuro callejón,después de forcejear Joey cae al suelo y Torrino, de pie cargando el hacha en una mano, suelta un violento golpe con el afilado objeto, Joey se mueve pero no lo suficientemente rápido cercenándole el dedo meñique de la mano izquierda, en el suelo encuentra tirado un alambre de púas que latiguea violentamente contra el rostro del furioso matón enterrándole una en el ojo, en esta parte es donde se nos explica el por qué de tan amenazador rostro que hace tan temible al antagonista de la historia así como también de la sed de venganza que tiene sobre Joey y de dónde fue que obtuvo el dedo que cuelga de su cuello en un frasco. En la película esto es suprimido, en su lugar vemos a Tom coger carretera, no sin antes tener una breve despedida sexualmente torcida con su mujer, y manejar hasta llegar a Pensilvania para un encuentro familiar con su hermano Ritchie quien ya se encuentra esperándolo; la reunión de los consanguíneos  resulta tan violenta como la veíamos venir, la implacable búsqueda y sed de venganza de Ritchie son motivadas por la traición de su hermano, quien nunca niega dichas acusaciones, más bien se mantiene alerta para aprovechar cualquier descuido de los imponentes gorilas o guaruras que tiene el líder gansgteril; el desenlace lo podemos imaginar, pero es la escena final la que probablemente compense el giro de tuerca con relación al cómic, que si bien es parecido, resulta mucho más profundo y conmovedor en la adaptación cinematográfica.
Por su parte, el tercer y último capítulo de la novela gráfica (“With evil intent”) cuenta el viaje de Tom a Nueva York, viaje que le sirve para encontrarse con sus raíces en su antiguo barrio de Brooklyn, re encontrarse consigo mismo y su terrible maldición, el encuentro con un destrozado conocido tras una revelación que tuvo que ser confirmada dos décadas después, todo para conocer al heredero de un antiguo enemigo sumamente amenazador que busca vengarse y demostrarle su forma de infringir dolor, todo da como resultado un final sumamente violento y demoledor, 

















Ambas historias son muy buenas, Vigo Mortensen cumple con su actuación presentándonos a un Tom que podríamos denominar es “un alma de Dios”, un pueblerino honorable como todos los que lo habitan pero que tristemente esconde un oscuro pasado y una violenta naturaleza humana que espera ansiosa por salir; Ed Harris infunde respeto y temor (tal vez se pudo explotar más este último elemento), la escena del merendero en la que es presentado la desarrolla muy bien y logra entregarnos un personaje atemorizante que busca afanosamente re encontrarse con Joey, aunque siento que el personaje pudo dar más de sí; William Hurt, quien cumple el papel del hermano de Joey (siguiendo la lógica del film), lo hace bien, aunque siento que su papel estuvo muy desaprovechado, creo que la última charla que tiene con Joey queda a deber, más aún cuando ese evento es lo que precedió al increíble caudal de sangre que corrió en el pueblo y la violenta masacre que hasta este punto Tom a propinado a los guarros en la mansión de su hermano, en ningún momento se nos aclaran los motivos de Ritchie para vengarse, sólo menciona una traición familiar, aunque no sabemos la naturaleza de esta, misterio que puede ayudar a crear un halo enigmático en torno al personaje principal; muy a pesar de esto la película no deja de ser buena, al contrario, Cronenberg (quien repite en su trabajo con buena parte de su personal de cabecera como Peter Suschitzky en la foto, Howard Shore para la banda sonora y su hermana Denise Cronenberg en el vestuario) creo que la termina de forma brillante y devastadora, una interpretación que cambia para adaptarse de un medio a otro, en el que el elemento de transformación, primordial en la obra del reconocido director canadiense, se da en el seno familiar, en el olvido y el perdón que muchas veces pareciera imposible otorgar. Del otro lado y para terminar tenemos a la novela gráfica, que deje al final a propósito para cerrar hablando de la idea que dio origen a la película y que, a su vez, me dio pie a realizar una comparativa, el bello dibujo de Locke en blanco y negro en todo momento transmite la intención narrativa de Wagner, con algunas viñetas que resaltan por la saturación de la tinta negra y que sirven para hacer especial énfasis en los momentos clave de la historieta, el encuentro con los matones afuera de la granja de los McKenna, la matanza en el restaurante italiano, el violento encuentro entre Torrentino y Joey en el callejón, y el devastador y emotivo final son muestra de ello, su crudeza visual sólo se puede comparar a los atroces viñetas dibujadas hacia el último tramos de la historia. Wagner nos entrega una historia desgarradora y nos hace prestar atención, su introducción aboga a la probabilidad fatalista que cada uno tiene al salir de paseo, nadie esta exento de tener un encuentro con un maniático suicida cargado con poderosas armas de fuego un domingo en un centro comercial, de enterarnos que alguien cercano a nosotros es un delincuente o matón profesional, la cuestión, como bien la plantea Wagner es, ¿qué hacemos ante esto?, ¿nos intentamos hacer los héroes y desarmamos al matón?, o nos refugiamos rezando que alguien más haga esa labor, ¿denunciamos al amigo o nos volvemos participes y cómplices con nuestra relación?; estos planteamientos son la premisa de una historia que involucra a la familia y amigos, conocidos y extraños, como un evento desafortunado puede cambiar la vida de alguien para siempre, así como la de todos los que lo rodean, porque nadie esta exento de encontrarse en un situación extrema a la vuelta de la esquina, porque todos al fin y al cabo tenemos una historia violenta.



El alquimista


Recuerdas cuando prometí bajarte la luna y las estrellas
Cuando te dije que construiría un cohete para llevarte a conocer los gélidos parajes plotunianos
Admirar un atardecer en los rojizos paisajes marcianos
Cuando construí una maquina del tiempo para que cuando faltara me pudieras visitar

Hoy veo al cielo estrellado una vez más, la luna que prometí bajarte sigue ahí, en el mismo lugar
Hoy me vuelvo hacer la promesa de no dejarte ir
Vuelvo a inventar cosas y artefactos que me acerquen a ti
Como un loco alquimista que oro pretende construir

Porque no hay luna que anteceda a un sol que me quiera alejar de ti
Por que no quiero hacer nada en esta noche más que dormir junto a ti


El ocaso de un asesino, el mortal trabajo de la paranoia.




 Dicen que la muerte es fría y despiadada, frase que podemos comparar con los gélidos y solitarios parajes suecos que sirven como escenario para desarrollar la secuencia inicial de la película  “El ocaso de un asesino” (The american, 2010) del holandés Anton Corbijn, a quien también conocemos por la película Control (sobre el cantante de la extinta banda Joy Division, Ian Curtis), director que desde un principio nos muestra lo sanguinario y frío, como el lugar donde se sitúa esta escena, que es el personaje principal Jack (quien en el transcurso del film también se hace llamar Edward) interpretado por el actor George Clooney, de quien suponemos se trata de un asesino a sueldo y al que durante la película lo vemos más en su papel de fabricante de armas, las cuales modifica a petición de clientes que tienen el mismo oficio, aunque  también lo veremos defendiéndose de amenazas a su persona,. Pero regresemos a la escena que da apertura al film, en donde vemos a Jack disfrutar de una apacible noche con una guapa chica, después de esto salen a tomar un paseo en la nieve durante el cual ella encuentra las huellas de alguien, Jack se alerta ante esto y junto con la chica se esconde tras un piedra para descubrir que hay alguien acechándolos, el protagonista de la historia termina aniquilando al amenazante sujeto que los vigilaba para después pedir a la mujer que corra y avise a la policía, esta corre asustada y Jack, de forma por demás despiadada, le dispara por la espalda matándola. Este prologo sirve para adentrarnos de lleno con el personaje principal, la secuencia de créditos parece ser la punta de lanza para esto, en donde vemos a Jack viajar en un auto a través de un túnel el cual parece no tener final, como si de la caótica mente del protagonista se tratara, hasta que podemos ver la luz, que bien pareciera ser una alegoría al final de la película; posterior a su viaje, tiene comunicación con otro personaje, Pavel, interpretado por Johan Leysen, de quien suponemos es su contratista, este le sugiere una apacible villa italiana para esconderse, sin embargo Jack, por su desconfianza, decide ir a otro lugar, un bello pueblo del mismo país que tiene todas las características de las antiguas fortificaciones medievales (construido en una montaña para impedir la fácil llegada de invasores al castillo o inmueble principal), lugares que parecen ser del agrado del protagonista por todos los vericuetos y recovecos que sirven a este para escabullirse, esconderse o emboscar a sus enemigos, así como también para demostrar la sinuosas cavidades de la cabeza de Jack. La historia continua con la introducción de dos nuevos personajes que entran a escena para jugar una posición ambivalente para el protagonista, la primera en hacer su aparición es Mathilde, llevada al cine por Thekla Reuten, quien a través de un encuentro planeado conoce a Jack en un concurrido mercado italiano, la plática es en torno al diseño de un arma con las características de un rifle que dentro de sus características especiales deberá contar con un silenciador así como algunos detalles técnicos del arma como la cadencia de disparo, Jack acepta el trabajo y en lo posterior se dedicará a fabricarlo, este es el primero de tres encuentros que los personajes tendrán a lo largo de la película, el segundo de ellos es para probar el arma en cuestión y el último quedará en el misterio para el disfrute del lector (quien quiera ver la película); la segunda chica gira en torno a la vida sentimental del personaje principal, en este caso, este papel viene de la mano de una prostituta de nombre Clara, interpretado por la bella Violante Placido, que será el contra peso a la vorágine violenta que gira en torno a Jack..
La película es de muy buena manufactura, desde la secuencia inicial que atrapa visualmente y que sirve como punto de inflexión para desarrollar la historia, hasta la bella ciudad italiana que es retratada de forma magistral, los pequeños y claustrofóbicos callejones parecen sumergirnos cada vez más en la locura del Jack, las escenas nocturnas en dicha ciudad es muestra de ello, con todos esos claroscuros que en conjunto con la música logran generar la tensión en el espectador que, en todo momento, sentirá una especie de intranquilidad que busca desatar un río de adrenalina. La actuación de Clooney, como en buena parte de su filmografía como actor, es muy buena, en todo momento nos hace sentir inquietos y paranoicos junto con él, su locura, lejos de ir de menos a más, se mantiene estable durante toda la cinta, esta sólo  es controlada (o equilibrada) por su obsesión a la perfección, misma que vemos reflejada durante la construcción del arma. Los personajes secundarios cumplen su propósito, la actriz holandesa Thekla Reuten nos brinda una actuación solida y creíble, su sapiencia por las armas y frialdad hacen que en todo momentos dudemos de sus intenciones; por su parte la italiana Violante Placido cumple también con su papel, llevándonos a pensar que Jack puede cambiar y que el futuro de ambos puede ser mejor; ambas complementan bien la historia en torno al protagonista, en quien cae todo el peso de la trama; el sonido también cumple una función primordial, el agudo y chillante sonido que nos presenta el director cumple en todo momento su función estresante e inquietante, una sensación de intranquilidad nos rodea al escucharlo, esto en conjunción con los disparos y el sonido del corte de magazine nos da un resultado sumamente perturbador, que nos hace replegarnos al asiento.
En conclusión esta es una película que vale mucho la pena ver, desde su bella fotografía, pasando por la música y efectos sonoros, hasta la capacidad histriónica de Clooney para traernos un personaje sumamente trastornado, que nos lleva a recorrer los diminutos recovecos de un pueblo italiano que nos hacen desconfiar de lo que se encuentra detrás de cada esquina, transmitiéndonos esa sensación de que todo mundo nos mira de forma extraña, sospechando de todos en todo momento, buscando la libertad durante una vertiginosa caída en una espiral sin final, la eterna huida de un personaje de un destino que tiene bien delineado su final.




5 de noviembre de 2012

Hunt night


"Through the jungle
very softly flits
a shadow and a sigh
He is fear
O little hunter,
he is fear"
Kipling

2 de noviembre de 2012

Pepping Tom, la premisa para hacer cine Snuff.




 La película de Michael Powell, basada en una historia original de Leo Marks, fue muy criticada al momento de su estreno (1960), los prejuicios que existían en aquel entonces hicieron que no le fuera muy bien a la película con la prensa especializada, aún cuando tuvo muy buena recepción con el público. Su historia puede no resultar novedosa hoy en día, sin embargo al momento de su salida el cine comenzaba a experimentar su narrativa visual y su puesta en escena, elementos que en combinación podían crear piezas cinematográficas maravillosas como Psicósis (1960) de Alfred Hitchcock, El ángel exterminador (1961) de Luis Buñuel o Jobimbo (1961) de Akira Kurosawa, por poner ejemplos de películas que tuvieron estrenos casi simultáneos en diferentes latitudes (Europa, Estados Unidos, México y Japón); la premisa en la que se basa esta película es la de un asesino serial que graba sus actos, lo curioso, y a diferencia de muchas películas en las que el chiste es descubrir quien comete esos crímenes, es que en esta se nos presenta al asesino después de la secuencia inicial, que es un asesinato contado de manera por demás prodigiosa (la mayor parte lo vemos a través de la cámara que el matón esconde entre sus ropas, lo que nos provoca cierta claustrofobia y temor por lo que sucederá); el ejecutor, de nombre Mark Lewis interpretado curiosamente por el alemán Karl Böhm, y menciono curioso porque la película es de factura británica y era usual que los papeles principales se lo dieran a actores ingleses, pero dejando esto a un lado y regresando al personaje principal,  a quien vemos en la siguiente escena en la que, mientras forenses y policías acordonan la escena del crimen, Mark esta filmándolos, identificándose como reportero de un rotativo inglés,  es en este momento que descubrimos que el rollo del film no va en el sentido que circunda al misterio de la identidad, sino en la naturaleza de los actos del protagonista, el por qué de estos. Esto nos va a llevar a conocer los profundos enredos mentales que tiene Mark a raíz de los experimentos que su padre hacia con él cuando este apenas era un niño; estas relaciones freudianas no son pura causalidad ya que el director, antes de hacer está película, quería grabar una cinta que hablara del maestro del psicoanálisis, sin embargo, cuando se enteró que John Huston filmaría una película sobre este personaje y que lleva por título su apellido (Freud),  estrenada en el año de 1962, Powell tuvo que declinar hacerla, aún cuando no la hizo , muchas de las características, que son primicia en el análisis freudiano (la infancia y la relación con los padres), las vemos reflejadas en el film; la relación de Mark con su padre es la que da al traste a la personalidad del personaje quien en todo momento durante el film, se refiere a su papá como un científico, lo aterrador es cuando vemos la naturaleza de sus experimentos, que podría definir como la grabación y el reconocimiento del rostro del temor (el padre solía asustar a su hijo mientras lo grababa con una cámara que tiene colocada un espejo, con el fin de que su hijo viera su cara de susto al mismo tiempo que era filmado), estos miedos llevan al protagonista a cometer sus atrocidades en un crescendo mortal que cierra de forma majestuosa Powell, tras una larga búsqueda de redención por parte del personaje principal.
ra de forma majestuosa Powell trñatodo gradabasusto al mismo tiempo que era filmado.
El desarrollo de la historia es muy bueno y el ritmo también, en todo momento te mantiene pegado al sillón esperando lo que está por venir, su duración de 96 minutos ayuda a esto también, el personaje principal esta bien delineado, en todo momento nos queda claro su obsesión por la filmación, trabajando como camarógrafo durante el rodaje de una película (una especie de burla a la forma en la que se hacia el cine inglés contemporáneo), la co protagonista del film, interpretada por Anna Massey quien da vida a la inocente  Helen Stephens,  es la causante de la ruptura de Mark a quien en el film conoce cuando festejaba su cumpleaños número 20; la madre de esta, la señora Stephens, interpretada por Maxine Audley, una cincuentona mujer ciega que padece de alcoholismo, tiene una intervención menor durante el film, sin embargo su cierre resulta desequilibrante para el abrumado Mark. La fotografía es bella, la iluminación resalta bastante sobre todo en espacios cerrados y oscuros como el cuarto de revelado que tiene Mark, así como la sala de proyección contigua donde se la pasa viendo sus andanzas en su sicótico y torcido entorno mortal; las partes donde nos metemos de lleno a su locura son filmadas con grandeza, el punto de vista de presenciar sus asesinatos a través de la lente de la cámara resulta muy innovador para su época, la sensación de encierro y misterio hacen enchinar la piel, la antesala a la muerte es solo precedida por el miedo que sus victimas tienen cuando un misterioso objeto les es enseñado; el sonido también cumple una función similar a la imagen, el correr del rollo fotográfico en el interior de la cámara lo tenemos siempre presente como parte vital en Mark, así como las espeluznantes grabaciones que este posee, con estos elementos, Michael Powell logra construir un film intenso e innovador, que pareciera ser la primicia para crear lo que a la postre se denominó cine Snuff (cuenta la leyenda de un círculo criminal que graba este tipo de cine en el que presenciamos atroces asesinatos que incluyen torturas y mutilaciones que son vendidos para deleite de los aficionaos al gore), aún cuando fue poco valorada en su época, como dato curioso, esta película fue rescatada por Martin Scorcese mientras filmaba Raging Bull a finales de los setenta comprando los derechos en cinco mil dólares.
Los filmes de asesinos seriales siempre han estado presentes en la historia del cine, ejemplos como El silencio de los inocentes (1991) de Jonathan Demme, Copycat (1995) de Jon Amiel u 8mm (1991) de Joel Schumacher, por mencionar algunas películas noventeras (de mayor a menor manufactura), obviando que setentas, ochentas y “dosmiles” tuvieron también su cuota representativa; tenemos pues un film ampliamente recomendable, una obra de gran calado que podemos situar dentro de las mejores de su época, con una historia fuerte y contundente, un personaje enigmático y perturbador, y un final desquiciante y demoledor, una historia donde el crimen y sus misterios sirven para adentrarnos en la mente de un asesino que utiliza el cine para morir con él.