Dreamland

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Hasta que la vida nos separe...

Hasta que la vida nos separe...
Todos los días son día de muertos

10 de noviembre de 2013

Opinión Distópica. Gravedad, la ansiedad como elemento narrativo.


El género de la ciencia ficción se ha visto revitalizado en los últimos años, y algo que ha detonado esto es el uso de las animaciones CGI, así como la llamada pantalla verde, estos recursos son usados por las obvias complejidades, no se digan monetarias sino técnicas, al más alto nivel científico, por lo que supone la imposibilidad de grabar en otro planeta con un equipo de producción decente; sin embargo, muchos cineastas se las han ingeniado para sortear este tipo de dificultades, y parece estar en voga el que, desarrolladores que nunca habían tenido un acercamiento con este género, comenzaran a experimentar con los nuevos avances que la tecnología pone al alcance de los grandes estudios (y presupuestos), esta vez tocó el turno a uno de los mexicanos que ha venido despuntando en el cine norteamericano con su película “Los hijos del hombre” (2006) y que en México se le conoce por su odisea juvenil, “Y tu mamá también” (2001), me refiero a Alfonso Cuarón con su nueva película “Gravedad” (2013), quienle entra con todo al genero con una aventura espacial llena de adrenalina y nerviosismo, contando con dos actores con una carrera más que asentada en Hollywood como George Clooney y Sandra Bullock (el primero con una carrera más estable y notoria), y sumándose a la moda del 3D.
Gravedad nos sitúa de inicio en una misión espacial a cargo de la NASA, agencia norteamericana encargada de la exploración espacial, que en este caso supervisa el mantenimiento a uno de los satélites estadounidenses; pocos minutos después de iniciada la cinta se viene la primera marejada de adrenalina, los encargados de la misión en el espacio se enteran de que los rusos destruyeron uno de sus satélites y que los restos de este se encuentran orbitando a gran velocidad, por lo que la agencia espacial sugiere que hagan lo necesario para evadir el impacto; la advertencia llega demasiado tarde y los restos del artefacto soviético impactan con el transbordador espacial matando a todos sus tripulantes, dejando en medio de la orbita terrestre en la que hacen su traslación los satélites,  a la doctora Ryan Stone (Sandra Bullock) y al científico Matt Kowalski (George Clooney), quien dentro del film ya ha hecho varios viajes y cuenta con mayor experiencia que la novata doctora. Los problemas de ambos personajes se agravan conforme transcurre la película, la cual se torna en una vorágine de situaciones limite, vivimos en carne propia la desesperante situación de Stone, todo gracias a la excelente mano de Lubeski, quien consigue recrear de manera excelsa la claustrofóbica situación en la que se encuentra la doctora norteamericana, sensación que se potencializa con el uso del 3D, el cual es administrado de tal forma que su culminación resulta en una excelente y lacrimógena escena, en la que la citada doctora, se da cuenta de la complicadísima situación en la que está, sus opciones se reducen a buscar una forma de llegar a la tierra o perderse, y morir en el espacio. El sonido también ayuda a magnificar la desesperante atmosfera que se respira a través del casco de la protagonista del film, somos testigos de sus más perversos alucines mientras intenta deducir cómo diablos regresar a la tierra; las actuaciones son buenas, aunque tampoco merecen la codiciada estatuilla dorada otorgada por la academia estadounidense, lo atractivo de la cinta y lo que la hace funcional, es su apuesta narrativa, más apegada a la parte visual, que consigue generar la sensación de vértigo con la fotografía y el buen uso del 3D en una situación fuera de control en un ambiente sumamente hostil.

El cine de Cuarón ha ido de menos a más, sus propuestas fílmicas así lo constatan, el trabajo que ha tenido con Emanuel Lubezki ha exigido que ambos despunten como dupla fílmica, lo logrado con “Los hijos del hombre” (2006) sobresale por sus bien logrados planos secuencia de un mundo post apocalíptico donde una mujer lleva en su vientre el tesoro más preciado de la humanidad; en esta ocasión nos brindan una  estrepidante película, que si bien carece de contar con una buena historia, nos lleva por una espiral descendente con gran ritmo, manteniéndonos al filo de la butaca durante buena parte del film, recreándonos con gran acierto una situación limite en el espacio exterior, donde lo idílico del paisaje terrestre, se torna en la peor de las pesadillas para cualquier ser humano, como despertar en medio de un desierto sin nada más que un pantalón y una camisa, en donde las únicas opciones son vivir o morir en un vasto y silencioso valle de olvido y redención.






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