Escrita en 1997 por John Wagner, a quien también se le conoce
por ser el creador del Juez Dredd, personaje que a su
vez fuera llevada al cine por Danny Cannon y encarnado por Sylvester Stallone,
cómic en el que conoció al dibujante Vince Locke con quien haría la novela que nos ocupa,
Locke es famoso también por ser el encargado del arte en los discos de la banda
de Death Metall norteamericana Cannibal Corpse, así como por dibujar el serial
de zombies Deadworld; esta narrativa gráfica daría pie a crear una obra
cinematográfica, siendo David Cronenberg el encargado de trasladar esta
historia al celuloide en el año 2005, aún a pesar de ser un director que, hasta ese momento,
se había caracterizado más por tener películas que parecían alejadas al género
gangsteril. La novela gráfica y su re interpretación fílmica difieren mucho una
de otra, podría decir que la primera parte de la película (hasta que Tom tiene
el encuentro con los matones afuera de su casa, momento que retomaré más
adelante), es la que se mantiene más apegada a la idea original del cómic, aun
cuando hay divergencias que, si bien no afectan la historia, si varían de uno a
otro medio y que iré mencionando conforme avance en esta comparativa; el
inicio de ambos formatos difiere uno de otro pero en los dos casos sirve para
lo mismo, presentar unos matones sin escrúpulos que deambulan por el mundo
dándole rienda suelta a sus impulsos criminales, tanto en papel como en
película el resultado es satisfactorio, siendo el del cómic mucho más efímero y
brutal ya que nos hace participes del asesinato (dos tipos disparando desde una
camioneta a una pareja que pide aventón a orilla de carretera); por su parte, en la película
ya vemos consumado el acto, aunque tiene un cierre más devastador (el hombre
encañonando a una niña y disparándole, sonido que parece despertar a la pequeña
Sarah -hija de Tom- de una pesadilla, como un presagio de lo que sucederá en el film). Estas
brutales aperturas nos dan aviso de lo que esta por desatarse en un pequeño y
apacible poblado norteamericano, donde todo el pueblo se conoce entre sí y son
muy celosos de los visitantes foráneos; a este lugar llegan la pareja de
animalados criminales en busca de sus siguientes víctimas que piensan conseguir
en el merendero de la familia McKennan/Stahl (la diferencia de apellidos es
porque cambian de un formato a otro, en la novela gráfica se utiliza el
primero, los miembros de ambas familias son Tom –interpretado en la película
por Vigo Mortensen-, Edie –interpretada en la película por Maria Bello-, la pequeña Sarah
–interpretada por Heidi Hayes-, el único personaje de la familia que cambia de
nombre es el hijo, siendo en la novela original Buzz y en la película Jack
–interpretado por Ashton Holnes-); la entrada en escena de los matones es
similar en ambos medios, las secuencias son bastantes parecidas, el brutal golpe
con la cafetera que Tom le da a uno de los criminales esta fielmente recreado
en la película, la mayor diferencia es que en la novela su esposa se encuentra
saliendo del local al momento que los asesinos entran al mismo; posterior a
este evento, Tom es asediado por los medios de comunicación que se refieren a
él como el nuevo héroe norteamericano, lamentablemente la fama viene acompañada
de malas de noticias, un grupo de mafiosos hace escala en el pueblo tras
conocer la fabulosa historia del afamado protector, al parecer algo conocen del
protagonista. El encuentro entre Tom y los mafiosos de la costa este, se lleva a cabo en la
misma cafetería que había servido de marco para el violento evento inicial, en
esta ocasión las diferencias vuelven a surgir, comenzando aquí a definir el
camino que cada medio seguirá en lo sucesivo, en la historia original el grupo
de matones liderado por John Torrino (en la película este mismo personaje tiene
por nombre Carl Fogarty y es interpretado por Ed Harris), quien se hace
acompañar en todo momento por la dupla formada por Anthony Palestrina y Charles
Aldo Rossi (en la película Charles Roarke y Frank Mulligan), los tres originarios de Nueva York (en la película de Pesnilvania, ciudades que en ambos medios juegan un papel relevante), el trío irrumpe en la
cafetería en la que Tom se encuentra trabajando, la charla que se da entre
dueño y visitantes va de
menos a más, la revelación de que al parecer los matones ya conocen a Tom de un
pasado violento parece no hacer eco en los oídos sordos y confiados de los
comensales y la esposa del protagonista, quienes en todo momento defienden la
integridad, honorabilidad y respeto que tiene el protagonista en el pueblo; la
gran diferencia radica en que en la novela gráfica, John Torrino (Ed Harris en
el film), después de ser advertido por uno de sus secuaces de la falta del dedo
meñique de Tom, saca un pequeño frasco que cuelga de su cuello que contiene uno que parece ser el de Tom, a quien los matones se refieren
como Joey, nombre que a su vez utilizan los mismos personajes del film con el protagonista del mismo; existen otras diferencias menores como sucede con la dupla que acompaña a
Torrino/Fogerty a quienes siento más explotados en la historieta, dándoles una
personalidad más violenta, en la cinta tienen un papel muy secundario,
probablemente para no abrumar con tantos personajes y centrar el peso de la historia, y su consecutivo desenlace, en un sorpresivo encuentro final. Tanto en la historia original como en la película estos desalmados personajes siguen teniendo encuentros con Tom y Edie, desde vigilar las afueras de su casa y cafetería hasta un furtivo encuentro que la esposa e hija de Tom tienen con ellos en un centro comercial, para cerrar con una reunión definitiva que cambia el destino de ambas historias,
original y adaptación; en ambos casos el dramático evento se lleva a cabo en el
exterior de la casa de Tom, el violento trío lleva consigo al hijo del
protagonista al cual amenazan con matar en caso de que Tom no revele su
verdadera identidad, que confiese a su familia su terrible pasado para que
sepan que nadie se escapa de este, que tarde o temprano todos los pecados
cometidos se tienen que pagar; es en este punto donde las diferencias
principales comienzan a surgir, mientras en la novela gráfica la venganza de
Torrino es más personal, en el cine esta también lleva una fuerte carga
familiar, al enterarnos que el hermano de Tom, de nombre Ritchie Cusack
(interpretado por William Hurt) y quien al parecer es un temible jefe de la
mafia de Pensilvania, esta buscando afanosamente tener un encuentro con su
desaparecido hermano; el desenlace de la escena también difiere, en la novela
gráfica Tom dispara a un tanque de gas propano lo que provoca una explosión que
mata a los dos matones y deja vivo a Torrino, personaje que, aún convaleciente
esta a punto de matar a Tom pero es violentamente detenido por un escopetazo en
la espalda que dispara Edie (aunque esto no lo mata tampoco); en la película
esta misma escena transcurre con la misma carga violenta, salvo que aquí todo
es por agilidad animal del protagonista quien, tras ser desarmado, recurre a una serie de rápidos y
cronometrados movimientos logra desarmar y matar con un tremendo golpe en la
nariz a uno de los matones, seguido de llenar de plomo con violencia desmedida
al otro de ellos pero caer abatido por un proyectil de la pistola del líder matón llevado al cine por Harris, aunque al final es su hijo Jack quien termina matando al
mafioso con un escopetazo.
De aquí en adelante las historias cambian por completo, en la historia original estos eventos traen como
consecuencia inmediata que Tom confiese su tremendo pasado, y es a raíz de este
relato que la película toma distancia de la novela gráfica, este cambio de
dirección también da origen a iniciar el capítulo dos que lleva por título “The
Brooklyn murders” (el primero de ellos es “A small town killing”), que se
remonta a la niñez de Joey (nombre original de Tom tanto en la historieta como
en el film) en un barrio de Brooklyn en Nueva York, donde jugaba beisbol con su
amigo Ritchie Benedetto, cuyo hermano Steve, trabajaba con la mafia liderada
por el obeso Lou Manci y su guardaespaldas principal, John Torrino, quien a la
postre mata a Steve por quererse pasar de listo. Derivado de este suceso,
Ritchie planea vengar a su hermano con la ayuda de Joey quien para este punto
se dedicaba a hacer robos menores con él, la ejecución se lleva a cabo aún ante
la negativa de Joey, pero la repentina operación a la que tiene que ser sujeta
su abuela, con quien vive, lo llevan a cometer el delito para obtener
recursos; el sangriento acto se lleva a cabo en un restaurante a donde acude
Manci y Torrino cada cierto tiempo a comer y contar sus jugosos dividendos, los
jóvenes, disfrazados con uniformes de boy scouts llegan desapercibidos enfrente
del local para desatar una balacera que termina en una verdadera masacre, dando
muerte al líder de la mafia e hiriendo de gravedad a Torrino, cosa que da al
traste con su plan pues este era aniquilar a ambos criminales. Tras cometer el
terrible acto, tanto Ritchie como Joey toman diferentes caminos, el primero con
el dinero robado comienza a vivir una vida desenfadada y precoz, el otro
prefiere mantener un bajo perfil, y es el derroche del primero lo que lo lleva
a tener un atroz encuentro con un Torrino ya recuperado de las heridas y
esperándolo con un hacha como muestra de bienvenida, lamentablemente para el protagonista de la historia no toda la "diversión" sería "disfrutada"por su amigo, John le da su respectiva carga de adrenalina al perseguirle por un oscuro callejón,después de forcejear Joey cae al suelo y Torrino, de pie cargando el hacha en una mano, suelta un violento golpe con el afilado objeto, Joey se mueve pero no lo suficientemente
rápido cercenándole el dedo meñique de la mano izquierda, en el suelo encuentra tirado un alambre de púas que
latiguea violentamente contra el rostro del furioso matón enterrándole una en el ojo, en esta parte es donde se nos explica el por qué de tan amenazador rostro que hace tan temible al antagonista de la historia así como también de
la sed de venganza que tiene sobre Joey y de dónde fue que obtuvo el dedo
que cuelga de su cuello en un frasco. En la película esto es suprimido, en su
lugar vemos a Tom coger carretera, no sin antes tener una breve despedida sexualmente torcida con su mujer, y manejar hasta llegar a Pensilvania para un
encuentro familiar con su hermano Ritchie quien ya se encuentra esperándolo; la reunión de los consanguíneos resulta tan violenta como la veíamos venir, la implacable
búsqueda y sed de venganza de Ritchie son motivadas por la traición de su
hermano, quien nunca niega dichas acusaciones, más bien se mantiene alerta para
aprovechar cualquier descuido de los imponentes gorilas o guaruras que tiene el
líder gansgteril; el desenlace lo podemos imaginar, pero es la escena final la
que probablemente compense el giro de tuerca con relación al cómic, que si bien
es parecido, resulta mucho más profundo y conmovedor en la adaptación
cinematográfica.
Por su parte, el tercer y último capítulo de la novela gráfica
(“With evil intent”) cuenta el viaje de Tom a Nueva York, viaje que le sirve para
encontrarse con sus raíces en su antiguo barrio de Brooklyn, re encontrarse
consigo mismo y su terrible maldición, el encuentro con un destrozado conocido tras una revelación que tuvo que ser confirmada dos décadas después, todo para conocer al heredero
de un antiguo enemigo sumamente amenazador que busca vengarse y demostrarle su forma de infringir dolor, todo da como resultado un final
sumamente violento y demoledor,
Ambas historias son muy buenas, Vigo Mortensen cumple con su
actuación presentándonos a un Tom que podríamos denominar es “un alma de Dios”,
un pueblerino honorable como todos los que lo habitan pero que tristemente
esconde un oscuro pasado y una violenta naturaleza humana que espera ansiosa
por salir; Ed Harris infunde respeto y temor (tal vez se pudo explotar más este
último elemento), la escena del merendero en la que es presentado la desarrolla muy bien
y logra entregarnos un personaje atemorizante que busca afanosamente re encontrarse con Joey, aunque siento que el personaje pudo dar más de sí; William
Hurt, quien cumple el papel del hermano de Joey (siguiendo la lógica del film),
lo hace bien, aunque siento que su papel estuvo muy desaprovechado, creo
que la última charla que tiene con Joey queda a deber, más aún cuando ese
evento es lo que precedió al increíble caudal de sangre que corrió en el pueblo
y la violenta masacre que hasta este punto Tom a propinado a los guarros en la
mansión de su hermano, en ningún momento se nos aclaran los motivos de Ritchie
para vengarse, sólo menciona una traición familiar, aunque no sabemos la
naturaleza de esta, misterio que puede ayudar a crear un halo enigmático en
torno al personaje principal; muy a pesar de esto la película no deja de ser
buena, al contrario, Cronenberg (quien repite en su trabajo con buena parte de su personal de cabecera como Peter Suschitzky en la foto, Howard Shore para la banda sonora y su hermana Denise Cronenberg en el vestuario) creo que la termina de forma brillante y
devastadora, una interpretación que cambia para adaptarse de un medio a otro,
en el que el elemento de transformación, primordial en la obra del reconocido
director canadiense, se da en el seno familiar, en el olvido y el perdón que
muchas veces pareciera imposible otorgar. Del otro lado y para terminar tenemos
a la novela gráfica, que deje al final a propósito para cerrar hablando de la idea que dio origen a la película y que, a su vez, me dio pie a realizar una comparativa, el bello dibujo de Locke en blanco y negro en todo
momento transmite la intención narrativa de Wagner, con algunas viñetas que
resaltan por la saturación de la tinta negra y que sirven para hacer especial
énfasis en los momentos clave de la historieta, el encuentro con los matones
afuera de la granja de los McKenna, la matanza en el restaurante italiano, el
violento encuentro entre Torrentino y Joey en el callejón, y el devastador y emotivo
final son muestra de ello, su crudeza visual sólo se puede comparar a los atroces viñetas dibujadas hacia el último tramos de la historia. Wagner nos entrega una historia desgarradora y nos
hace prestar atención, su introducción aboga a la probabilidad fatalista que
cada uno tiene al salir de paseo, nadie esta exento de tener un encuentro con
un maniático suicida cargado con poderosas armas de fuego un domingo en un
centro comercial, de enterarnos que alguien cercano a nosotros es un
delincuente o matón profesional, la cuestión, como bien la plantea Wagner es,
¿qué hacemos ante esto?, ¿nos intentamos hacer los héroes y desarmamos al matón?,
o nos refugiamos rezando que alguien más haga esa labor, ¿denunciamos al amigo o
nos volvemos participes y cómplices con nuestra relación?; estos planteamientos
son la premisa de una historia que involucra a la familia y amigos, conocidos y
extraños, como un evento desafortunado puede cambiar la vida de alguien para
siempre, así como la de todos los que lo rodean, porque nadie esta exento de
encontrarse en un situación extrema a la vuelta de la esquina, porque todos al
fin y al cabo tenemos una historia violenta.