Dreamland

Espacio donde gracias a la todapoderosa web me da la oportunidad y posibilidad de compartir con todos aquellos que lleguen a caer en este blog por azares del destino, escritos, fotos, videos y algunas otras cosas que he realizado sólo o en conjunto con otros cuates. Espero que les guste. Saludos

Hasta que la vida nos separe...

Hasta que la vida nos separe...
Todos los días son día de muertos

20 de noviembre de 2012

El mejor lugar del mundo, el advenimiento de la responsabilidad.




El penúltimo film de Sam Medes, antes de aventurarse a dirigir una entrega más del espía más famoso del mundo (James Bond o también conocido como 007), es la película que podría decir tiene el corte más “indie”, lejos de los grandes estudios y presupuestos, con actores de un perfil más bajo de los que venía acostumbrando utilizar (recordemos a Kevin Spacey y Annette Bening para “Belleza Americana” -1999-, Tom Hanks, Jude Law y el legendario Paul Newman en “Camino a la perdición” -2002-, o a Leonardo Di Caprio y Kate Winslet en “Sólo un sueño” -2008-), y con un género en el que tampoco había decidido participar como es la comedia, aún cuando el último segmento del film lo podríamos situar más en el drama la película en su mayor parte la podemos situar dentro del género de la carcajadas, mismas que salen con gratificante naturalidad derivado de un guión (escrito por Dave Eggers y Vendela Vida) plagado de momentos chuscos y diálogos graciosos. La historia, que lleva por título “Away w go”  (2009), traducido de forma por demás espantosa en México como “El mejor lugar del mundo”, gira en torno a la pareja conformada por Burt y Verona (interpretados por John Krasinski y Maya Rudolph), y los eventos que se dan durante el sexto mes de embarazo de la mujer que inician con una duda existencial y que, durante el inicio del film, pareciera ser un momento más motivado por el desorden hormonal de Verona que por dudas en torno a su relación con Burt,, en todo momento nos queda claro el inmenso amor que este siente por ella; ese lapso de duda viene acompañado de una visita a la casa de los padres de Burt , Gloria y Jerry (interpretados por Catherine O´Hara y Jeff Daniels) quienes sorprenden a la pareja con el anuncio de su inminente partida de Estados Unidos a Bélgica y la imposibilidad inmediata de estar cuando el bebé nazca, esta noticia cae como un balde de agua fría para los protagonistas del film quienes regresan a casa confundidos, esto los lleva a preguntarse el futuro que desean para su hijo y deciden emprender un viaje que los llevara a recorrer varias ciudades de los Estados Unidos en las que tienen amigos o familiares, siendo de estas la primera en ser visitada la compuesta por la pareja formada por la cínica y desinhibida Lilly (interpreta de forma hilarante por Allison Janney) quien junto con su indiferente y catastrófico esposo Lowell (llevado a la pantalla por Jim Gaffigan) intentan demostrar lo desquiciado que alguien se puede volver después de tener niños, las constantes groserías  de Lilly para con sus dos hijos Ashley y Taylor y la nula atención que Lowell tiene dan muestra de ello; el primer destino queda librado de buena manera y esto nos anticipa lo que vendrá en lo sucesivo, un viaje que más que llevarnos a lugares nos lleva a conocer personalidades, familias y formas de vida, acompañadas de sus respectivas carencias y desatinos que vienen a endurecer las preguntas que surgen conforme los protagonistas se sumergen en el interior de los Estados Unidos, desde una familia de hippies como la de LN y Roderick (interpretados por Maggie Gyllenhal y Josh Hamilton) que creen que es malo tener una carretilla de bebé en base a su fundamentalismo hippie, a conocer a una familia plagada de niños pero con el inconveniente de que la mujer no puede concebir siendo todos ellos adoptados (momento que a su vez sirve para traer consigo el aire dramático al que me refería al inicio de esta reseña), hasta la visita familiar de emergencia ya que, durante su viaje, Burt habla con su hermano a quien su esposa dejo con todo e hija, por lo que  junto con Verona, tienen que ir de urgencia a las paradisiacas playas de Miami a consolar al pobre Tom (interpretado por Chris Messina), momento que es decisivo en esta “road movie”, ya que a raíz de esta visita  Verona decide regresar a un lugar muy especial para ella, sin embargo parece quedarse corto ante las diversas situaciones que vivieron los personajes y que debieron haber redituado en un debate moral mucho más intenso en ambos.
En el aspecto técnico la película se desenvuelve bien, la fotografía de Ellen Kuras (quien también trabajó bajo las ordenes de Michel Gondry en las películas “Eterno resplandor de una mente sin recuerdos” -2004- y “Rebobine por favor” -2008-) retrata bien los paisajes norteamericanos durante el recorrido de los personajes, sin embargo, también hay que mencionar que no es algo en lo que la cinta destaque y es que, después de deleitarnos la pupila con joyas como “Camino a la perdición” y “Solo un sueño”, esta cinta nos deja un tufo a falta de recursos, que si bien no la hace mala, tampoco la sitúa dentro de las mejores películas de la corta filmografía de Mendes; lo más rescatable del film considero que es la música, las canciones interpretadas por el inglés Alexi Murdoch logran cautivar al espectador con ese sonido sureño que parece hacer merma en nuestro estado de animo, llevándonos a sentir el pesar de Burt y Verona en los momentos más deprimentes del film, a estas composiciones se suman las de artistas como George Harrison, Bob Dylan y The Velvet Underground, teniendo con esto una banda sonora que complementa muy bien las intenciones narratológicas de Mendes; en este eco de méritos la productora Pippa Harris también tiene su galardón gracias a la aportación ecológica que tuvo con este film, todo gracias a un diseño de producción “verde”, basado en un sentido ecológico y de reciclaje para todos los aspectos que conllevan a la grabación de un film (unidades equipadas con combustibles amistosos con el ambiente” como el bio diesel o los vehículos hibridos, el desuso de las botellas plásticas de agua, el reciclaje de tramoyas y entramados, entre otros).
“Away we go” es una película que cumple de forma satisfactoria la primera misión que tiene cualquier cinta, entretener, ya es cuestión de cada quien lo profundo que quiera llegar con el análisis y la crítica hacia esta, en lo personal creo que la película deja que desear, más cuando sabemos la calidad del trabajo del realizador, los personajes cumplen con su papel pero se quedan cortos para los alcances dramáticos que pudieron tener, aún reconociendo el factor cómico bien desarrollado, la película termina siendo un drama, cuestión que queda desaprovechada en el film y que sólo se hace presente ante las revelaciones de los personajes secundarios y la excelsa música de Alexi Murdoch; podría partir de una premisa monetaria para justificar o desprestigiar el trabajo del director, en lo personal creo que el dinero no hace mejores historias, ejemplos como la película “Blue Valentine (Derek Cianfrance, 2010) protagonizada por Michelle Williams y Ryan Gossling nos dan muestra de ello, tal vez Mendes tomó este proyecto como una sencilla antesala a lo que sería su siguiente film, tal vez esos viejos y nostálgicos aires británicos resoplaban muy cerca del aclamado director londinense, tal vez esos antiguos rumores del MI5 susurraban en su oído, tal vez un famoso espía inglés lograba quitarle el sueño, tal vez tenía los ojos puestos en un cielo que comenzaba a caer.






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